Valoración: 6.
Vuelvo a recalcar, que necesitareis lo que se llama "La viñeta", por que entraremos en Suiza, y és obligatoria llevarla, nosotros compramos una en wallapop de segunda mano por 10€, puedes comprarla en la frontera o gasolineras por 60€ y vale para todo el año, si te paran sin la pegatina la sanción es IMPORTANTE, por lo que no entres sin ella , se pega en el cristal delantero del vehiculo.
Conforme íbamos acercandonos a Ginebra, empezamos a ver más afluencia de Vehiculos, la gran mayoría de gama alta, és todo un espectaculo ver los cochazos que se mueven allí.
Una vez pasado el Puente de las Banderas, que une la Ginebra nueva con la Vieja, buscamos un parking para nuestro coche, al ser Domingo está todo en el aire, nadie sabía decirnos los horarios, ya que suelen cerrar a primera hora de la tarde, son unos horarios un poco raros, amoldados a los horarios laborales de los habitantes, finalmente localizamos uno Público, pero que pertenecia a un Hotel, de 6 horas hicimos un pago de unos 14,50€, aseguraos siempre que aparqueis, del horario, ya que algunos no vuelven a abrir hasta el dia siguiente.
Nos acercamos a ver el Jardín Inglés, a orillas del lago Léman, en el que está situado el Monumento Nacional, donde dos mujeres representan la República de Ginebra y Helvetia, con un precioso Reloj de Floral, decorado con más de 6.000 flores.
El Jet d' Eau és un impresionante chorro de agua situado en el Lago, de 140 metros de Altura, y como ya nos venía siendo habitual la decepciónen, tampoco funcionaba, por lo que decidimos pasear, pasear y pasear por las calles de Ginebra. Son unas calles muy anchas, y sus edificios són de tipo antiguo, descubrí, y hay que destacar que aunque puedes pagar en Euros, su moneda és el Franco Suizo, tras ls compra de un kebap sabrosisimo, me devolvieron el cambio en éste tipo de moneda, 14€ de Kebap, lo disfruté, ya os digo que si lo disfruté, mi pareja y yo nos sentamos en un paseo por el que circulaban bicicletas, patines, monopatines, y algunas otras "cosas raras", la ciudad está pensada y habilitada para el ciclista, que són los que tienen preferencia y sus carriles especiales.
Como ya estaba bien entrada la noche, decidimos parar a tomar un té y un chocolate, 15€ nos cobraron, así que también lo saboreamos hasta la úlima gota, probamos algunos chocolates, ya que estabamos en Suiza no íbamos a irnos sin probar algunos.
Como ya era tarde, y ya no podiamos visitar la sede de la ONU, decidimos iniciar la ruta de regreso a nuestro Hotel en Annecy, a mi particularmente ésta visita no me gustó, esperaba más de Ginebra, y sinceramente, al ser solo una tarde pues tampoco dá para mas, así que iniciamos los 42 Kilometros que nos separaban de Annecy, recorriendolos en media hora, aún teníamos que preparar el visje del dia siguiente con Destino a Dijón.
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